La caída del cabello suele convertirse en una gran preocupación tanto para mujeres como para los hombres.
Lo primero que debemos tener en cuenta es saber qué lo origina.
Existen múltiples razones que pudieran estar ocasionando la caída del cabello: factores hereditarios, el estrés o el exceso de calor producido por planchas, secadores o rizadores de cabello.
El efluvio telógeno es una afección reversible en la que el pelo se cae después de una experiencia de mucho estrés provocando que un gran número de folículos pilosos pasen a una etapa de reposo y en unos pocos meses, todos esos pelos pueden caerse.
Este tipo de caída del cabello no distingue edad o sexo puede ocurrir tanto en jóvenes como en personas mayores y se diferencia de la alopecia, porque se pierde cantidad y volumen, sin embargo, esta situación no es permanente. Cuando el estrés desaparece, en muchos casos el cabello vuelve a crecer.
El efluvio telógeno es una manifestación del síndrome post-COVID-19. Se ha reportado caída del pelo en aproximadamente el 20% de los pacientes que han pasado la COVID-19.
La exposición al calor hace que la cutícula del pelo se abra. Eso lo vuelve más quebradizo y provoca que se rompa, especialmente de medios a puntas, haciendo que se caiga con facilidad.
Recuerda asistir a tu dermatólogo. Él te ayudará a determinar las causas de la caída del cabello.
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